El gran evento del año

Las puertas del Palacio Real se abrieron a las 10:15 horas de este viernes para recibir a los 2000 invitados. Miembros del Gobierno, representantes de distintas monarquías y diversas celebridades del país fueron testigos del enlace de Pablo Iglesias y Soraya Sáenz de Santamaría. Vestido con traje de pingüino, el novio llegó al Palacio acompañado de su mano derecha: Iñigo Errejón. Tras la llegada de todos los demás invitados, la novia hizo su aparición de la mano de Mariano Rajoy, su compañero de trabajo, y enfundada en un vestido de Agatha Ruiz de la Prada. Más de 500.000 personas habían tomado el corazón español, tiñendo sus calles con los colores de la bandera de España.

Al llegar al altar Soraya prometió "amar, reconfortar, honrar y cuidar" a su esposo y lo mismo prometió Pablo. Acto seguido, llegó el momento cúspide de la ceremonia cuando el cura, ante la mirada atenta de los testigos e invitados, los declaró marido y mujer.

El pueblo español se agolpaba a las puertas del palacio para felicitar al matrimonio, haciéndose oír, entre vítores y aplausos, sobre el repicar de las campanas del recinto.

Durante el trayecto en un carro tirado por tres caballos, los agentes velaron por la seguridad de las calles y no estuvieron exentos de actuar. Aunque no había constancia de que la ceremonia estuviese amenazada por un posible atentado terrorista, la vigilancia fue óptima ante cualquier impedimento que pudiera llegar a desarrollarse.